toallas de baño

A todos nos encanta salir de la ducha y secarnos con toallas de baño suaves y esponjosas, pero ¿sabes qué características tiene una buena toalla?

Las toallas son prendas muy relacionadas con la higiene personal, pues hacemos uso de ellas a diario para secarnos, ya sea después de enjuagarnos las manos, después de lavarnos la cara o justo al salir de la ducha. Por supuesto, también forman parte de la decoración de nuestro baño, pues a menudo quedan a la vista y nos encanta que hagan juego con los colores de los accesorios o con el estampado de los azulejos.

Pero lo cierto es que se trata de una prenda especial. No todas las toallas para el aseo son iguales. Para diferenciarlas nos basaremos, principalmente, en el material del que están hechas y en su gramaje.

En cuanto al material, no es extraño encontrar combinaciones de lino o rayón, pero estos materiales funcionan bien para el secado de la vajilla, no para el cuerpo. Para este cometido, sin duda alguna, debemos buscar composiciones 100% algodón. Este material aportará una gran suavidad y también mayor capacidad de absorción.

El gramaje nos dice cuánto pesa la toalla por cada metro cuadrado. Esto se traduce en más o menos cantidad de material. A partir de 450 gramos estaríamos ya ante una prenda decente, pero si subimos a los 500 gramos la calidad subirá sustancialmente.

Un buen ejemplo son las toallas que fabrica la marca Fiotex, especialmente su serie Palace, disponible en 25 colores. Con un gramaje de 500 g/m2 y una composición 100% rizo de algodón peinado, disfrutarás al sentir el contacto con la piel. También está disponible en cuatro tamaños diferentes.

toallas de baño

 

Así que recuerda, cuando vayas a comprar una toalla de baño, comprueba su composición y después su peso. Al tacto enseguida notarás cómo de suave y mullida es, y también verás la calidad de sus hilos. Por último, asegúrate de que queden estupendamente bien con tu decoración, que también es importante.

Y una vez las tengas en casa, no olvides cuidarlas un poco. Evita la lejía. Tampoco es recomendable usar demasiado suavizante en los lavados, ya que pueden reducir su capacidad de absorción. Utiliza, si puedes, la secadora, pues quedarán especialmente agradables al tacto, y si no pudieras, evita el sol directo al tenderlas. Por último, te recomendamos que les des un buen lavado antes del primer uso, para eliminar posibles residuos. Y ya solo nos queda disfrutar de nuestras toallas de baño por mucho tiempo.